domingo, 4 de noviembre de 2007

La ultima respuesta

En la ventana del piso 84 hay un bonsái que mira al cielo. Al oficinista le sobra tiempo y le regala el agua de su vaso de plástico.
Él ya sabe, que la complejidad de la diminuta superficie de una sola hoja, es infinitamente superior a la del edificio en que se encuentra, tanto estructural como funcionalmente.El ya lo sabe. Pero lo olvida. Es, obviamente, más interesante observar la ciudad que se extiende bajo sus pies.
Aun así, el sitio que le dedica a la planta es, a su parecer, el mas bello de la oficina, y de regarlo nunca se olvida.

¿Por qué?

Es una pregunta interesante que te dirige irremediablemente a una primera remesa de conclusiones rápidas y superficiales. Como biólogo, confieso no tener la certeza de una respuesta firme. De una respuesta sin procedencia.


Tras una aceptable reflexión inaugural, diría que el color verde estimula mi retina humana, de tal manera que la reacción neuronal provocada desemboca en la creación de un estado de animo placentero.Que genera una calma sugestiva, (véase el color de la mayoría de las pizarras escolares y batas de la enfermeras), como bien nos explica la cromatoterapia en una breve búsqueda por internet.
Se acepta. Pero una firme seguridad de origen difuso me surge al afirmar que esto es insuficiente. El problema es que esta insatisfacción se genera a partir de una intuición, que no deducción, y eso comienza a cabrearme, debido a mi costumbre a usar el método axiomático o cartesiano.

Una segunda inmersión para encontrar esa causa alternativa y oculta me obligaría a razonar en un ámbito donde la lógica aun tiene potestad pero las cifras no. De esta manera, concluiría diciendo que el ser humano, al final y en contra de lo que he creído siempre, si difiere sustancialmente del resto de los seres, debido a su capacidad de sugestión. La capacidad cultural de nuestra especie es única. Produce arte y sugestión, entre otras cosas. Así, una asociación de la idea de planta como algo complaciente, positivo o bueno explicaría satisfactoriamente la questión.

¿Si?, ...¿con esto se explica todo?

Pues, aunque parezca decepcionante para algunos,...Si. Estas conclusiones explicarían completamente el hecho de que una persona disfrute de la contemplación de un bonsái o del tacto al acariciar un gato y no una alfombra.

... el problema, es que todo esto es valido solo para explicar el comportamiento de un animal racional, como nuestra especie, frente a otras.Solo valido para explicar la reacción que tiene el ser humano frente al resto de seres vivos y no del comportamiento que puedan tener estos con nosotros, y lo que es más, entre ellos.
A primera vista, no hay animal ninguno que tenga macetas en su hogar, pero si analizamos solo uno de los incontables ejemplos extremos de comportamiento "humano"en animales, saludariamos a la pregunta original de este articulo con vacio tan grande como nuestra propia imaginación.Todas las razones anteriormente expuestas se derrumban, se colapsan.

En la plaza de la estación Shibuya, en Odate,Japón, se encuentra la estatua de un perro llamado Hachiko. Esta escultura se erigió estando este perro en vida, el cual, además, murió bajo ella un año después de su inauguración. Hachiko acostumbraba, sin falta, a acompañar a su amo hasta la estacion de tren y le esperaba en el mismo sitio hasta que él volviera de su trabajo. Tras dos años de vida juntos, su amo muere en el trabajo y no vuelve jamas. El animal, durante los próximos 10 años y hasta su ultimo día de vida, le espera todos los días en la estación de tren.

Los signos de interrogación me parecen mas grandes que cualquier pregunta que pudiera introducir entre ellos...

Obviamente hay algo que se nos escapa, o por lo menos a mi personalmente. Probablemente sera algo a lo cual no se puede llegar con la preciada deducción, pero si con la intuición, a la que tanto he subestimado. Es muy probable que exista una verdad universal que cubra y responda a la pregunta original. Y es mas probable todavía, que las pruebas de la existencia de aquella verdad universal, esa palabra de cuatro letras, están en los animales y no tanto en nosotros.

Las imágenes pertenecen a una serie llamada "Ashes and Snow" del fotógrafo Gregory Colbert. Ninguna de ellas ha sido digitalmente superpuesta. Recomiendo el homónimo documental.







1 comentario:

Anónimo dijo...

The (ultimate) answer - to the big question - was written in 1978 (published '79) and can be found:

http://www.bbc.co.uk/cult/hitchhikers/guide/answer.shtml

better still:

http://jj.thebuchis.de/jj/h2g2.pdf


and for a more serious approach to the big question (which is what?):

http://www.xs4all.nl/~pot/scifi/byhisbootstraps.pdf


..and the dog is an Akita